
Mujeres que cosen a Medellín es una iniciativa que pretende visibilizar el trabajo que realizan aquellas trabajadoras e independientes dentro de la industria textil en la ciudad causando así, un impacto social, cultural y político.
En el vibrante paisaje urbano de Medellín, la Casa de la Mujer se destaca como un faro de esperanza y empoderamiento. Esta fundación ha dedicado sus esfuerzos a promover el desarrollo humano y la autonomía de mujeres de bajos estratos socioeconómicos y en situación de vulnerabilidad.
Desde su creación, la Casa de la Mujer ha impactado la vida de cientos de mujeres, ofreciendo un espacio seguro y de apoyo donde pueden aprender y crecer. La fundación se centra en la formación para el trabajo, brindando capacitación en una variedad de artes y oficios, con un enfoque especial en la costura
La costura
se convierte aquí en una herramienta de transformación. Las mujeres no solo
adquieren habilidades prácticas, sino que también tejen una red de apoyo que
las impulsa a superar obstáculos y alcanzar sus sueños.
La importancia de la Casa de la Mujer va más allá de la capacitación laboral. Es un espacio donde las mujeres pueden redescubrir su valor, construir su autoestima y proyectar un futuro lleno de posibilidades
Desde lo más alto de la zona nororiental de Medellín, se encuentra Lucy, que ha hecho de la costura su medio de subsistencia y una forma de superación personal.
Lucy empezó con una simple máquina de coser y una gran determinación. En un barrio donde las oportunidades laborales son limitadas, encontró en la costura una manera de mantener a su familia y construir un futuro mejor
La forma en la que trabaja Lucy es un ejemplo de cómo la perseverancia y la habilidad pueden transformar vidas, una mujer cuya historia de vida y trabajo nos muestra el verdadero poder de la resiliencia.
En el bullicioso centro de Medellín, encontramos a Jessica Giraldo, una joven apasionada por la costura y la marroquinería. Para ella, este oficio es más que un medio de subsistencia; es una forma de arte, una manera de expresarse y una forma de emprender.
Por tradición a su familia marroquinera, Jessica sintió una conexión especial con el arte de arreglar. Lo que comenzó como un hobby se ha convertido en su mayor pasión y en su forma de vida.
Jessica representa una nueva generación de mujeres que ven en
la costura el futuro. Su trabajo en el centro de Medellín alberga problematicas
y desafíos, sin embargo es su mejor lugar para poder brillar, donde la
creatividad y la tradición se encuentran, dando vida a piezas únicas y llenas
de historia."
Desde la Casa de la Mujer, pasando por los talleres de la zona nororiental, hasta los estudios creativos en el centro de Medellín, estas historias se entrelazan para mostrarnos el impacto profundo y transformador que puede tener la costura en la vida de las mujeres. Cada puntada, cada diseño, cada prenda es un testimonio de su fuerza, creatividad y determinación. En Medellín, la costura es mucho más que un oficio; es un símbolo de esperanza y empoderamiento."